sábado, 13 de junio de 2009

EL SIMBOLISMO DE MIS ENTRAÑAS

En un rincón oscuro tú duermes. Acurrucado y eminentemente francés. aún veo las manos que hace unas horas reposaban en mi cuerpo. Duermes y sueñas mientras yo te observo.
Una botella medio vacía de lambrusco reposa junto a otra a la que ya no le queda nada. El piano de tu aparamento brilla cuando entra la luz entre las cortinas. Los edificios de enfrente también duermen. Aún es pronto. Amanece en París y nadie lo está viendo.
Despiertas. Sonríes. Quizás esté esperando una invitación para quedarme contigo. Al menos, para quedarme y dejar de dar tumbos por el mundo. Pero los dos sabemos que mañana volveré a tomar un avión. Y quién sabe lo que me deparará el destino.
"Jacques"... se me escapa. Vuelvo a la cama. Y tú me dices, en un susurro, como si no existiera un mañana, si quiero café o unos besos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermosas fragmentadas palabras. Todo tu blog en general emana vapores sutiles, pequeños, geniales...